La niña de 10 años es comunicativa, habla con fluidez, expresa claramente sus pensamientos, responde a preguntas, escucha, aclara, tiene buena conciencia espacial, puede realizar incluso tareas complejas cuando está concentrada y no está ansiosa. Es popular entre sus amigos, activa. Su atención es efímera, tiende a ensimismarse, se distrae con facilidad. Al principio la niña realiza las tareas de forma relativa y rápida, pero cuando se cansa se vuelve caótica, ansiosa, se frota mucho, pero no se rinde y lo intenta. A la alumna le cuesta realizar tareas que requieren múltiples acciones, lee con dificultad, pero comprende bien el texto cuando se lo leen otros. Es propensa a la manipulación, tiene muchas lagunas de aprendizaje debido a problemas emocionales, le falta motivación para aprender. Parece que los problemas son más emocionales que intelectuales. La niña carece de límites, compromisos y responsabilidades, lo que la lleva a la apatía y a la desmotivación total.