El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en las diferencias de comunicación social, incluida la comunicación verbal y no verbal; déficits en las interacciones sociales; y patrones restringidos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades y problemas sensoriales. Muchas de las personas con TEA pueden presentar retraso o ausencia de desarrollo del lenguaje, discapacidad intelectual, mala coordinación motora y debilidades de atención.